miércoles, 16 de marzo de 2011

8-Placido Domingo - 1ª Sinfonia

La noche ha transcurrido sin mucho alboroto, sin que nos ronque un perrito piloto.
Los tapones han funcionado, y al contrario de aquel amanecer en Mayos de Riglos, mi móvil no ha activado la alarma 2 horas antes de tener que levantarnos. Así que abrimos los ojos, en un estado de descanso creo que generalmente aceptable.

Mallos de Riglos


Los Reyes Magos de Cataluña estaban dormidos y a pesar de no quererlos despertar, se despertaron, pero en buena compañía, claro que sí, somos buena gente.

La luz se enciende y noto calor, creo que es falso, no puede ser, seguro que es un efecto rebote del día de ayer.
Pero escucho un comentario igual cerca mio, no se si fue Masisquillo, que paso la noche en la cama inferior, o Jarele, pero hace bastante calor en la habitación. Bueno, mejor así, habrá ayudado a secar nuestras ropas.

Poniendo ya los pies en el suelo, comienza el baile de disfraces, ha llegado el momento de vestirse de pontifical. Pues venga, todos al Vaticano.

Entre esto que Jaume nos confiesa que anoche, cuando entro a la habitación, subió la temperatura del termostato de la calefacción de 22 a 30º. Y ya creo que se notaba. Veremos a ver si la suela de las botas no estan como "un flan chino".

Dicen que la experiencia es la madre de la ciencia, y por ello descarto darme una ducha matinal, no sabría sortear los peligros higiénicos esta mañana.
Una jarpa de agua en la cara, un poco de jabón, crema hidratante, y a ver la moto.


Cuando me presento en la puerta del Albergue la luz es intensa, pero a la vez tenue, las motos están frente mio con unos metros de prado por medio que blanquea por la escarcha de la noche. Veo a mis compañeros cargando los caballos percherones. La imagen es realmente bonita pues lo acompaña el impacto del frío en la cara, me recuerda un poco a cuando subes temprano a esquiar un día con sol. Estupendo vamos allá, a montar las maletas, quizá la divina providencia (no la de Salva), considera que hemos purgado ya nuestras penas con el día de ayer.



Por lo que me voy acercando a mi gente, y comienzo a tomar conciencia de la situación.
El Efecto de Regreso al Futuro, aun perdura sobre nuestras motos hoy.
Es así, todas nuestras motos presentan canas, tienen como pelos blancos encima, depósitos, manetas, puñetas, asientos. Todo esta cubierto de una especie de terciopelo blanco.

Es curioso, con tanto jugar con el tiempo, han sufrido el paso de la edad.



Cuando llego al lado de mi gordita, dejo las maletas en el suelo pues, llega el momento de acondicionar la maquina, lo primero arrancarla, cosa que no me preocupa, he montado una batería nueva por 58 euros que va a dar su "Do" de pecho ahora mismo.
Voy a meter la llave en la cerradura y me cuesta hacer que la lamina que cubre el bombín cuando retiras la llave, ahora no la deja que entre. Esta como soldada, aunque con cuidado consigo introducirla. También me cuesta girar la llave, pero consigo un poco de Whisky, para tirarlo por dentro del bombin del contacto. Como no va a girar, desde ese día creo que se va a congelar incluso en Agosto, en cuanto descubra que si se resiste le doy su dosis de Whisky.



Finalmente consigo girarla y que ver las luces de contacto en el cuadro, ya esta, pillo el starter para que arranque y presiono el botón de arranque para ver el poder de mi super batería de gel "de ducha".
Aquí me gustaría que alguien me hubiera tomado foto de la cara que se me quedo cuando al presionar el botón de arranque, no escucho ni un solo ruido, ni de potencia eléctrica ni de los pajaros cantando en los arboles (se habran congelado). Nada, no hace nada de nada. "Nothing de Nothing", para los de fuera.
Me quedo como ayer, "helado". Vuelvo a intentarlo, pensando en que he montado algun contacto mal y se ha descargado durante la noche, pero en esta vez percibo que es que el botón de arranque, no desciende los 2 milímetros que debe, para hacer contacto y mandar electricidad a la puesta en marcha. ¿Y porque? acerco la mirada al botón y ........ veo que bajo el botón se ha quedado agua y esta congelada, haciendo de anilla de seguridad de hielo, que no deja descender el botón. Me relajo, esto es cuestión de whisky y si no de Bourbon.

!! Camarero otra ronda ¡¡



Y así lo consigo, la moto arranca, bien la dejo unos instantes mientras pienso como voy a distribuir las maletas, consiguiendo que las camisas y los pistones generen con la friccion un poco de calor y fluidez en el aceite para cuando salgamos de ruta.
Cuando le toca el turno a la maleta me pasa lo mismo, la cerradura del cierre de la maleta, quiere whisky, yo creo que no por frío sino por envidia del botón de arranque. Y le doy un par de copas. Un minuto después, hago girar el bombín pero no va, hay que chisparla mas, tengo una maleta alcohólica. Sigo intentándolo y puedo girar la llave, ahora cuando tiro del asa para que permita la apertura, ¿que pasa?. Nada de nada, no me deja, con el riesgo de romper la pieza, (y vale 200 €). Bueno y lo chulo que seria ir de Lumbreras a Lorca con la maleta derecha abierta, casi mejor que le abro las dos y llego volando.



Mientras estas operaciones se realizan con calma, menos mal que no se escucha el pito de Don Cicuta, voy observando a mi alrededor. La luz, era muy agradable, acompañada por el color del verde y la nieve, fusionando con los tonos arenosos de la pared de piedra del albergue.
Y en mitad de este ambiente, un sonido mecanico entra en escena. Miro hacia detras y observo a Markos, que esta intentando agotar la batería de su moto (quiza para darme envidia), pero por mucho que tiene el botón de arranque pulsado de la K75, esta dice que no chispazo. Así que varios moteros aguerridos, fuertes como vikingos se encaraman al soporte trasero de la moto y los veo correr, perdiendose los 5 por el camino que va a Lumbreras. Miralos, 3 empujando, 1 encima metiendo marchas y la burra que no quiere caminar.



Desde la ultima vez que empuje una furgoneta, el medico me ha prohibido esto cuando este en la Rioja. Dice que si lo hago no me deja salir mas en moto. Y ellos miralos, haciendo sus minutos mantinales de joging, como los presidentes de gobierno.

La demostración de "lucha al aire libre", tiene su fruto. En 2 minutos vuelven cantando como los 7 enanitos con el sonido K de fondo "Aibo, aibo en el bosque va a arrancar", y tras ellos vuelve Markos, acelerando, con sonrisa de Blancanieves. Yo me encuentro muy fatigado solo de verlos, asi que continuo con mi equipaje. La moto ya esta algo caliente, entre el whisky y el motor, ya puedo pararla.

El equipaje, también en la moto, ahora podemos desayunar...................



Gracias, al lector de esta narracion, por su tiempo y compañia.

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